Para Marcelo, la lectura, la música y la escritura llegaron desde muy pequeño y gracias a sus abuelos. Sus primeros escritos fueron imitando o cambiando letras de canciones, después la biblioteca de la escuela serviría para seguir construyendo ese interés. Para él, la literatura chilena actual goza de muchos escritores, muy pocos lectores y nada de críticos, lo cual considera lamentable debido a que la poesía goza de muy buena salud. Aún así detecta que los grandes problemas de la literatura aún están presentes, como el apego a los parámetros mercantiles, la falta de imaginación y el poco uso de la goma.
Dentro de los autores jóvenes, Marcelo comenta que siente gran afinidad con Fernanda Martínez Varela, Simón López Trujillo y Francisca Pérez, entre otros.
Para María José la escritura comenzó alrededor de los 16 años y ha tenido diversos momentos. A ratos ha sido su refugio, escape y lugar de autoconocimiento. Luego de un bloqueo de 7 años, pudo retomarla y se ha propuesto no dejarla. Para ella, la lectura de sus poemas debe ser sensorial y evocar imágenes en el lector y a su vez puede ser personal y reveladora.
Para la autora, el primer poeta que logró impresionarla por su fluidez y el uso de las palabras, fue Fernando Pessoa. Actualmente, recomienda a Diego Alfaro Palma Bruno Lloret, Kurt Folch; quien se ha convertido en una inspiración para ella, y David Añiñir.
Para Pascal el gusto por la poesía se vio impulsado al momento de leer La Carencia de Alejandra Pizarnik, desde ese momento sintió que la poesía se volvió algo personal. Por otra parte, la escritura como oficio comenzó el año 2011 cuando en un taller literario logró encontrar una voz propia y eliminar así las imitaciones y los conceptos prefabricados. Sobre la literatura actual, el autor considera que existe mayor diversidad estética, lo que responde a cómo se ha desarrollado nuestra sociedad. Para él también es importante destacar que la literatura es de difícil acceso para quienes no son de Santiago.
Algunos de sus escritores favoritos son Alejandra Pizarnik, Fernando Pessoa, Jorge Teillier, Rubem Fonseca, Natalia Berbelagua, Gladys González, entre otros.
Para Max, la poesía llega a través del libro Antología popular de Pablo Neruda que pertenecía a un tío que vivió con él antes de fallecer. De este libro, él copiaba poemas en cuadernos y más tarde canciones. Motivado por lo que escribía, comenzó a componer sus propios poemas. Sobre la literatura chilena actual, cree que hay una renovación que ayuda a incorporar con más fuerza temáticas actuales, como lo son la reivindicación feminista y contra la discriminación de cualquier tipo. Considera que la literatura es más rebelde y contestataria que antes y que esto hace que incluso nos cuestionemos lo que entendíamos tradicionalmente por literatura.
Algunos de sus autores favoritos son Roberto Bolaño, José Saramago, Jorge Teillier, Óscar Hahn, Gabriela Mistral y Violeta Parra. De los autores más jóvenes, siente afinidad con Joaquín Eguren ya que comparten una poética similar, aunque con estilos distintos.
Sean llegó a la escritura desde temprana edad, cuando junto a su hermano mayor improvisaban historias de niños debido a que no podían dormir. Luego de esto, comenzó a escribir sus primeros libros, los cuales cataloga de ridículos, pero que debido a la influencia de sus profesores de colegio logró convencerse medianamente que la escritura podría ser un camino de vida para él. Mcleod define su escritura como cosas que van despacio y riman, ya que si fuera un poco más veloz, probablemente sería un influencer. Desafortunadamente, ese no es el caso y lo mejor que puede desarrollar es intentar escribir con el ritmo correcto para ser leído en público. El objetivo es hipnotizar (o aburrir) a los lectores pensando en que puede haber algo oculto en la profundidad de mis ideas.
En relación al estado actual de la literatura, Sean concuerda en que la internet ha democratizado esta área, permitiendo mayor acceso y también diversidad en el circuito literario: las pequeñas editoriales ya no sólo están acotadas a sus contextos locales, sino que pueden llegar a una audiencia global, lo cual trae pluralidad y voces frescas a la perspectiva. Sean no tiene certeza si esto será recordado de aquí a 50 años, pero sí considera que es mejor que la literatura de los 70’s donde cada novela se trataba de un hombre blanco borracho quejándose de su día. En relación a recomendaciones literarias, destaca a Lizzie Mcc con su pasquín Glittterbawl, dedicado a todos los que aman la poesía y odian a Freud.
Para Mayi, la motivación por la escritura comienza desde muy pequeña, debido a la influencia de tener una mamá periodista y escritora de literatura infantil y un papá dramaturgo. A los 12 años participó en un concurso de poesía en Venezuela y lo ganó, sin entender muy bien qué pasaba, recuerda que este momento fue determinante para que la poesía fuera su género favorito a la hora de escribir. Sobre la literatura nacional, la autora considera que en Chile está comenzando un movimiento feminista bastante interesante y nos contó que uno de sus autores chilenos favoritos es Claudio Bertoni.
Para Meredith la poesía y literatura llegaron tempranamente a su vida en la forma de un libro de John Keats obsequiado por su madre. Este regalo la impactó y marcó su escritura de forma definitiva, ya que para la autora, Keats le reveló el escribir desde el fluir de la consciencia. Para la autora, las primeras líneas de sus escritos se originan cuando se le presenta algún tipo de inconveniente, por lo que siempre lleva un cuaderno consigo. Este proceso lo define como caótico, ya que debe luchar contra su poder de retención para que ningún verso se le escape y también, debido a que considera que el impulso inicial de cada idea debe ser capturado y desde ahí construir el poema o ensayo.
Actualmente, la autora considera que nos encontramos en el mejor momento para escribir, debido a que el alcance de internet y los formatos inesperados de la literatura, permiten aumentar el número de textos publicados, pero también, juegan un rol fundamental en la diversidad de temáticas y formas que se pueden explorar desde la escritura.
Nos recomienda encarecidamente a Maria Sledmere, T.Person, Anjeli Caderampulle y Billy-Ray Belocutr, poeta canadiense.
Para Rhiannon es difícil identificar el momento en que encontró el camino hacia la escritura. Reconoce que no fue una decisión consciente y que se originó cuando era muy joven y disfrutaba leer por horas. El siguiente paso lógico, fue la idea de ‘convertirse en escritora’ con una mirada muy romántica del tema, aunque reconoce que actualmente no piensa en qué es ser realmente una escritora. Su primer poema lo escribió cuando tenía 9 o 10 años, el cual relataba la pena que le causaba la belleza del océano; un momento prístino en la vida de su infancia junto a su padre.
El mayor goce literario que ha tenido su trabajo, ha sido gracias a las experiencias vividas en su estadía en Edimburgo donde asistió y participó en una serie de micrófonos abiertos y zines. Agrega que esta es la forma en que la literatura se presenta en su vida y que también es como más la disfruta. Rhiannon recomienda leer a Hera Lindsay Bird, Elaine Kahan & Shira Erlichman, Morgan Parker y Safia Elhillo.
Ignacia comenzó a escribir a temprana edad, entendiendo que la escritura le permitía expresar lo que no podía decir. Sufría de mutismo selectivo, por lo que las palabras eran la única manera que tenía para relacionarse con el mundo exterior. Este proceso la llevó a leer poesía, para sentirse segura y hasta el día de hoy, le produce un profundo sentimiento de amor.
La autora nos recomienda leer a Verónica Zondek, dado que considera que su prosa es potente, directa y su mensaje es imposible de ignorar.
La geopoética es una reconceptualización de los principios fundamentales del ser humano: la relación entre el cosmos y la conciencia, la tierra y la mente, la naturaleza y la cultura. Esto implica una transformación profunda en las áreas de la filosofía, psicología, lingüística y arte.
Kenneth White nació en Glasgow, Escocia. En el año 1989 forma el Instituto Internacional de Geopoética con el fin de promover la investigación transdisciplinaria en este campo. Algunos de los pensadores y poetas que se pueden catalogar dentro de este movimiento son Heráclito (“El hombre está separado de lo que es más cercano”), Holderlin (“poéticamente vive el hombre sobre la tierra”), Heidegger (Topología del ser), Wallace Stevens (“Los grandes poemas del cielo y del infierno han sido escritos, queda crear el poema de a tierra”). En oriente habría que pensar en Tchouang-Tseu y en el hombre del viejo estante, Matsuo Basho, sin olvidar la bella meditación que se encuentra en el Hwa Yen Sutra.
Los escritos de Kenneth White transitan entre la prosa, los versos y los ensayos. Algunas de sus obras más reconocidas son: Mundo abierto: poemas seleccionados 1960-2000 (2003), Atlántica (1986), La meseta de los albatroces: introducción a la geopoética (1994).
Para Natalie la lectura y gusto por la escritura empezó a los cuatro años, cuando su madre la guió constantemente en este proceso. Recuerda cuando llegó a sus manos el libro Poesía infantil de Gabriela Mistral editado por Editorial Andrés Bello en colaboración con Tugurt y Village. Le gustaba leer este libro en voz alta y sentir el ritmo de los versos, pronunciar las palabras difíciles lentamente, saboreando los diptongos y la unión de consonantes. En ese entonces tenía 8 años y le gustaba hacerle poemas a su mamá para ponerla feliz. La segunda epifanía literaria vino en la universidad cuando un compañero de colegio le habló de Rodrigo Lira.
Natalia nos invita a leer a Daniela Catrileo, en específico su libro Río herido. También le resultan interesante las propuestas de Paula Ilabaca, Carmen García, Pablo de Rokha y Jorge Teillier.
Su libro Antología de ensayos periodísticos reúne una selección de crónicas periodísticas realizadas entre los años 1919 y 1921, por Alfonsina Storni, en distintos medios argentinos. Estos textos permiten acercarnos a la autora más allá de sus poemas y dramaturgia, ahondando en la defensa de los derechos de la mujer, realizando una crítica sutil al sistema político y social de la Argentina de esa época e interpelándonos 100 años después, sobre temas que sorprenden por su actualidad.
La poesía llegó a los 11 años a la vida de Pablo y está marcada por un regalo que le hizo su padre: antología poética universal de tapas labradas, ribetes, letras doradas y un canto de hojas color madera. Aquel momento fue hermoso y terrible a la vez ya que incentivó en el autor la tonta idea de que la poesía era una especie de revelación sagrada. Desacralizarla fue un proceso complejo, poder reírse de la poesía y sentirse cómodo en su escritura tomó algunos años.
Pablo nos recomienda encarecidamente leer a Olga Orozco, María Negroni, Alberto Szpunberg a quienes considera que cada texto que producen es bello. En relación a la literatura chilena, nos recomienda leer a Victoria Ramírez Mansilla y Marcelo Nicolás Carrasco.
Para Catalina la poesía llegó en su infancia. Recuerda cuando iba por una playa solitaria de olas muy grande en Algarrobo, caminando con su papá quien le hablaba de Alfonsina Storni y como se había "entregado al mar" o cuando escuchó la canción Rin del angelito de Violeta Parra y se configuraron imágenes en su mente o simplemente cuando su abuelo contaba historias en versos a la orilla de un brasero en el campo.
La autora nos invita a leer la poesía de Natalia Litinova, Ana Porrúa, Hilde Domin, Wallace Stevens y Herman Mellville.
Las cantoras de Lo Prado fueron realizaron diversos ejercicios de escritura y compartieron sus inquietudes sobre temas contingentes en sus comunidades. Para las autoras, la expresión escrita constituye un momento de intimidad que es revelado en el proceso de publicación del libro.
Las participantes nos invitan a conocer autoras locales como Daniela Catrileo, Soledad Fariña y Malú Urriola.
El título Pulsión de tinta hace referencia a que la escritura es una pulsión, es ese pálpito constante que impulsa a la autora a escribir. La escritura es parte de ella, la habita, recorre y late dentro. Escribir satisface las tensiones internas; es en esa pulsión donde habita constantemente. En relación a los tipos de pulsiones, la autora nos cuenta que en su caso tiene que ver con la palabra, las historias, el lápiz, el cuaderno, la tinta.
Lorena describe al libro como íntimo ya que lo considera una especie de homenaje a la escritora que la habita y también un agradecimiento a las escritoras y escritores que han pasado por su vida, que la han formado, guiado y ayudado a ser quien es hoy. Nos recomiendo leer el micro cuento Los imprudentes por el juego seductor que tiene la palabra por sobre quienes las escriben.
Su motivación a interés por la escritura ocurre cuando descubre que las palabras existían y lo que se podía hacer con ellas. Dentro de sus autores favoritos destacan Julio Cortázar y Edgar Allan Poe como también Pía Barros, Mempo Giardinelli, Gabriela Mistral, entre otros.
El autor nos comenta que uno de los cuentos que más le gustó fue Antena ya que cada vez que lee, se transporta a un lugar muy cálido, un recuerdo de un lugar que hoy no existe y cuyo recuerdo trae un sentido de protección. En relación con su experiencia con la escritura, Mauricio nos indica que al momento de leer a Nicanor Parra y Pedro Lemebel fue cuando sintió su conexión con la palabra escrita y que en base a esta experiencia, comenzó a escribir poesía. Los autores favoritos del autor son Manuel Rojas, Nona Fernández, Amelie Nothomb, Álvaro Bisama, Alejandro Zambra, Margarita García Robayo, Clarisse Lispector, Rodrigo Rey Rosa, entre otros. Finalmente, nos recomienda con urgencia leer a Daniela Catrileo y también a Nayareth Pino Luna, ambas autoras chilenas cuyos libros ha disfrutado enormemente.
Algo ha sucedido y somos parte de esa incógnita. El Informe del teniente Alsacio Aravena nos sitúa en un punto de convergencia, al mostrarnos los materiales: una casa, un libro, cadáveres: un enigma. Sin siquiera comenzar la narración ya podemos vislumbrar una serie de relaciones donde hay un adentro y un afuera, tanto de dicha casa y dicho libro como en esos cuerpos. Tales serán los límites de lo acontecido en Los Pinos. Desde ya somos testigos, somos parte de la historia, y más adelante veremos hasta qué punto estamos involucrados nosotros mismos en estos sucesos.
Carlos Lloró es escritor, músico y académico cubano, nacido en 1970 y residente en Chile desde 1993. Como guitarrista y compositor ha participado en Concursos y Festivales desarrollados en Cuba, Chile, Bolivia, España, Argentina y Japón. Como escritor, con el seudónimo Karlés Llord, publicó Kounboum (Corriente Alterna, Santiago de Chile, 2010) y Cinis cinerum, (Al Aire Libro, Concepción, Chile, 2012). Con el seudónimo de Aarno Spokarius, ha editado Hechos y pensamientos de los caballeros de la Orden de la Escritura Onírica del Dragón (Editores Fantasmas, La Serena, 2020).